Rejuvenecimiento facial

El Ácido Hialurónico es el gran aliado en la medicina estética para conseguir múltiples mejoras en nuestra apariencia estética. Es una proteína que existe de forma natural en nuestro cuerpo, especialmente en la dermis. También lo podemos encontrar en cartílagos, articulaciones y fibras musculares. Al ser una molécula que se encuentra en el interior de nuestros tejidos, no es necesario que el profesional realice pruebas de alergia antes de su administración

Esta proteína tiene una gran capacidad de retener agua por lo que su fórmula le ofrece a la piel humectación y firmeza. Con el paso de los años vamos perdiendo la capacidad de producción de ácido hialurónico, por lo tanto, la piel no retiene agua de forma tan eficiente como en la juventud. Esto provocará una pérdida de volumen de la piel y como consecuencia, la aparición de arrugas.

En medicina estética, se utiliza para su función de relleno e hidratación, lo que permite rellenar las arrugas faciales y aumentar el volumen de ciertas áreas de la cara o el cuerpo. De hecho, su uso con fines estéticos ha aumentado considerablemente en los últimos años, tanto que, si nos fijamos en las estadísticas de la ISAPS (International Society of Aesthetic Plastic Surgery), entre los tratamientos estéticos no quirúrgicos más realizados en 2020, ocupa el segundo lugar con 88.884 aplicaciones.

Este producto tiene diferentes usos y existen diferentes densidades según el tipo de arruga y la zona a mejorar. Los tratamientos que se pueden realizar con ácido hialurónico son los siguientes:


          • Tensor de pómulos
          • Labios perfil o volumen
          • Arrugas superficiales finas
          • Corrección de ojeras
          • Surcos nasogenianos y comisuras
          • Mentón
          • Ángulo mandibular
          • Ángulo cigomático
          • Rinomodelación
          • Feminización / Masculinización facial